Programa
El poeta es una escucha y la atención es su forma de aprehender el mundo. Debemos de ejercitar esta tensión con la realidad, sabiendo que la atención es un dejarse hacer.
La forma de las palabras, la alquimia del sonido, los campos de significaciones tienen energía propia que debemos aprender a usar.
El poema se compone de palabra y silencio. Respira. Es fundamental reconocer este tempo para disfrutarlo y comprenderlo.
El poema es una partitura donde forma y contenido se imbrican para producir una emoción.
La poesía no es un objeto sino un estado; tiene que sucedernos. Esa es su magia y esa su dificultad. Reconocer estos paisajes es tarea básica del poeta.
La poesía se comprende cuando se escucha. Aprenderemos pues a decir poesía, trabajando nuestra voz, el ritmo, los silencios…